V, 23
Despit de règne nunismes descriés,
Et seront peuples esmeus contre leur Roy:
Paix, fait nouveau, sainctes loix empires
RAPIS onc fut en si tresdur arroy.
Desprecio de reino monedas depreciadas
Y los pueblos se moverán contra su Rey:
Paz, hecho nuevo, santas leyes estropeadas
RAPIS nunca estuvo en tan dura confusión.
Continuo con la serie de cuartetas sobre la próxima crisis económica que parece que será de naturaleza más dramática que la que acabamos de dejar atrás. Como ya indiqué en anteriores entradas, la próxima crisis será provocada por una burbuja monetaria, debida al inusitado aumento de la masa monetaria en circulación llevado a cabo durante los años de la crisis en las economías de Estados Unidos y Japón. Pero el motivo por lo que la próxima crisis será más lesiva que la Gran Depresión de 1929, o la reciente crisis financiera del 2008, lo comprobamos en la cuarteta expuesta más arriba.
Comienza indicando que un país será despreciado por haber depreciado su moneda. Efectivamente, con la entrada de Ben Bernanke a la presidencia de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos se inició un experimento histórico encaminado a sacar al país de la crisis económica. Se trataba de un programa de estímulos "quantitative easing" o por sus siglas QE, consistente en la inyección en el mercado de ingentes cantidades de dólares, comprando bonos del Tesoro a largo plazo y células hipotecarias ABS. En su momento era una política de último recurso para acabar con el fantasma de la defalción (lo contrario a la inflación) que ha tenido secuestrado el crecimiento de economía de Japón durante casi dos décadas.
Para evitar seguir los pasos de Japón, "helicóptero Ben" entró en un auténtico experimento económico nunca antes practicado y cuyas consecuencias últimas reconoció desconocer. Comenzó con el QE1 en 2008 con la adquisición de 2.000.000 millones de dólares (dos billones), le siguió el QE2 con la inyección de 900.000 millones de dólares adicionales y en septiembre del 2012 se inició el QE3 inyectando en la economía 85.000 millones de dólares al mes.
Pronto se comprobó que dichas inyecciones no generaban inflación en la economía americana, y la razón la vemos ahora cuando comienzan a retirarse los estímulos. El caudal monetario creado por la máquina de imprimir billetes se fue fuera de las fronteras de los Estados Unidos en busca de mayores rentabilidades. Rentabilidades que por aquel entonces solo se lograban en los países emergentes, cuyas economías lucían crecimientos sorprendentes en plena crisis económica de los países desarrollados.
Lo que la reciente retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal esta desvelando ahora es que se creó una nueva burbuja, en la que las monedas de algunos países emergentes estaban sobrevaloradas. Los dólares que antes buscaban los mercados emergentes, vuelven ahora a casa, a los Estados Unidos, creando un fuerte movimiento despreciador de las monedas nacionales de los países económicamente más vulnerables. A estos países se les ha venido a denominar los 5 frágiles (Argentina, Turquía, India, Sudáfrica e Indonesia).
La perdida de valor adquisitivo de las monedas de los 5 frágiles está suponiendo un fuerte aumento de la inflación dentro de los países. De ahí la segunda frase “y los países se moverán contra su rey (presidente Obama)”.
Lo más dramático, y que se expone en la siguiente cuarteta (III, 26), es que las monedas de dichos países acabarán perdiendo todo su valor, al igual que ocurriera con los marcos alemanes antes del inicio de la II Guerra Mundial. Lo que podría desestabilizar la economía mundial y llevarla a un periodo de incertidumbre aún mayor que el actual.
Comienza indicando que un país será despreciado por haber depreciado su moneda. Efectivamente, con la entrada de Ben Bernanke a la presidencia de la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos se inició un experimento histórico encaminado a sacar al país de la crisis económica. Se trataba de un programa de estímulos "quantitative easing" o por sus siglas QE, consistente en la inyección en el mercado de ingentes cantidades de dólares, comprando bonos del Tesoro a largo plazo y células hipotecarias ABS. En su momento era una política de último recurso para acabar con el fantasma de la defalción (lo contrario a la inflación) que ha tenido secuestrado el crecimiento de economía de Japón durante casi dos décadas.
Para evitar seguir los pasos de Japón, "helicóptero Ben" entró en un auténtico experimento económico nunca antes practicado y cuyas consecuencias últimas reconoció desconocer. Comenzó con el QE1 en 2008 con la adquisición de 2.000.000 millones de dólares (dos billones), le siguió el QE2 con la inyección de 900.000 millones de dólares adicionales y en septiembre del 2012 se inició el QE3 inyectando en la economía 85.000 millones de dólares al mes.
Pronto se comprobó que dichas inyecciones no generaban inflación en la economía americana, y la razón la vemos ahora cuando comienzan a retirarse los estímulos. El caudal monetario creado por la máquina de imprimir billetes se fue fuera de las fronteras de los Estados Unidos en busca de mayores rentabilidades. Rentabilidades que por aquel entonces solo se lograban en los países emergentes, cuyas economías lucían crecimientos sorprendentes en plena crisis económica de los países desarrollados.
Lo que la reciente retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal esta desvelando ahora es que se creó una nueva burbuja, en la que las monedas de algunos países emergentes estaban sobrevaloradas. Los dólares que antes buscaban los mercados emergentes, vuelven ahora a casa, a los Estados Unidos, creando un fuerte movimiento despreciador de las monedas nacionales de los países económicamente más vulnerables. A estos países se les ha venido a denominar los 5 frágiles (Argentina, Turquía, India, Sudáfrica e Indonesia).
La perdida de valor adquisitivo de las monedas de los 5 frágiles está suponiendo un fuerte aumento de la inflación dentro de los países. De ahí la segunda frase “y los países se moverán contra su rey (presidente Obama)”.
Lo más dramático, y que se expone en la siguiente cuarteta (III, 26), es que las monedas de dichos países acabarán perdiendo todo su valor, al igual que ocurriera con los marcos alemanes antes del inicio de la II Guerra Mundial. Lo que podría desestabilizar la economía mundial y llevarla a un periodo de incertidumbre aún mayor que el actual.
Las dos últimas frases de la cuarteta no están nada claras, y no podremos interpretarlas exactamente hasta que ocurran. Pero parecen indicar que se llegará a la paz en la guerra de divisas, y que las leyes que rigen el libre comercio internacional habrán sido corrompidas. Finalmente termina diciendo "RAPIS" que algunos interpretan como el anagrama de París, y otros de rapáz (el águila norteamricana) sufrirá gravemente esta crisis.