BOMBA ATÓMICA SOBRE JAPÓN



Nagasaki (Japón) antes y después de la explosión
nuclear. En la imágen se observan los circulos de
destrucción según su distancia al centro de la
detonación.

  II, 91

Soleil levant un grand feu on verra,

Bruit et clarité vers Aquilion tendons,

Dedans le rond mort et cris l´on orra,

Par glaive feu, faim, morts les attendans.

Sol naciente un gran fuego se verá

Ruido y claridad hacia Aquilón se extiende

En el círculo muerte y gritos se oirán

Por espada fuego, hambre, muertes les esperarán.

Esta cuarteta es una de las más claras que nos ha dejado Nostradamus. Aunque llama la atención el hecho de que no haya indicado el nombre exacto del lugar en el que ocurre el acontecimiento. Eso es especialmente llamativo porque a partir de los acontecimientos atribuibles a la tercera conflagración mundial, si se indican las poblaciones con los hechos. Eso permitirá verificar sus predicciones con precisión, a partir de dicho conflicto, pero no antes.

Nombre de los vientos en Latín y Griego.

En cualquier caso traigo esta predicción para que se aprecie el modo de describir los acontecimientos futuros de Nostradamus. A Japón le gustaba denominarse durante la Segunda Guerra Mundial el “Imperio del Sol Naciente”, lo que sitúa la acción en dicho país. El término “Aquilón” (en latín) hace referencia al viento de nordeste según la Rosa de los Vientos. Lo que señala con gran precisión hacia la posición de Japón en el mapa mundial. Veremos como en otras predicciones se utiliza también el término. Finalmente la palabra “espada” es muy utilizada por Nostradamus como símbolo de la guerra. Es como si en la actualidad habláramos de pistolas o fusiles. La última frase se puede interpretar como una alusión al papel de Japón en la II G.M. en la que fue un instigador de la guerra, al igual que Alemania o Italia.

Recordando un poco el acontecimiento histórico al que hace referencia; el 6 de Agosto de 1945 la ciudad de Hiroshima fue el escenario del primer bombardeo atómico de la historia. Por primera vez el ser humano observaba el horror de una detonación nuclear sobre una ciudad. Con una sola detonación, 120.000 personas perecieron en el acto y 300.000 más, resultaron heridas. Solo unos días más tarde, el 8 de agosto detonaba otro artefacto nuclear sobre la ciudad de Nagasaki, matando en el acto a 75.000 de sus 240.000 habitantes. Se estima que más de 130.000 personas perecieron posteriormente por los efectos de la radiación. Japón se rindió 5 días despues de la segunda detonación.